Parece que en los mercados financieros las malas noticias económicas siguen siendo el mejor combustible para el optimismo bursátil. Este miércoles, los principales índices estadounidenses cerraron con ganancias generalizadas, impulsados paradójicamente por un deterioro sorpresa en el mercado laboral privado. Este dato, lejos de asustar a los inversionistas, cimentó la convicción de que la Reserva Federal no tendrá más remedio que recortar las tasas de interés la próxima semana.
El Promedio Industrial Dow Jones lideró la jornada con un sólido avance del 0.9%, sumando más de 400 puntos para cerrar en 47,882.90 unidades. Por su parte, el S&P 500 ganó un 0.3%, mientras que el Nasdaq Composite, con su fuerte componente tecnológico, subió un 0.2%, extendiendo la racha positiva tras las ganancias registradas el martes.
Sorpresa negativa en el mercado laboral
El catalizador de la jornada fue el reporte de la firma ADP, que cayó como balde de agua fría sobre la realidad económica pero fue recibido con entusiasmo en el piso de remates. El sector privado eliminó 32,000 empleos en noviembre, una cifra que contrasta brutalmente con las expectativas de los economistas, quienes pronosticaban una ganancia moderada de 40,000 plazas. ADP señaló que este declive fue impulsado principalmente por un fuerte freno en las pequeñas empresas, marcando un descenso drástico respecto a las 47,000 posiciones generadas en octubre.
Si bien este dato revela grietas evidentes en el mercado laboral, para Wall Street funciona como una confirmación. Casi el 90% de las apuestas del mercado se inclinan ahora por una reducción de un cuarto de punto en la reunión de la Fed, programada para el 9 y 10 de diciembre.
Señales mixtas en la economía y política monetaria
Mientras el empleo flaquea, otros indicadores mostraron un comportamiento dispar. El Instituto de Gestión de Suministros (ISM) reportó que la actividad de servicios en EE. UU. se expandió ligeramente en noviembre, ubicándose en 52.6%. Un dato alentador fue que el índice de precios pagados retrocedió a un mínimo de siete meses, lo que podría interpretarse como una señal positiva para la inflación justo antes de que se publique el dato clave del PCE este viernes.
En el ámbito político-económico, el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, lanzó una advertencia sobre el comercio exterior. Predijo que la administración implementará su agenda de aranceles de manera “permanente”, independientemente del resultado de los litigios pendientes ante la Corte Suprema, lo que añade una capa de incertidumbre regulatoria al panorama.
Movimientos corporativos y el sector tecnológico
En el frente corporativo, no todo fue celebración. Microsoft presionó al sector tecnológico a la baja al inicio de la sesión, terminando con una caída del 2.5%. Esto ocurrió tras reportes de que el gigante del software está reduciendo sus cuotas de ventas de inteligencia artificial, lo que reavivó el escepticismo de los inversionistas sobre la demanda real de IA. Otros líderes del sector de semiconductores, como Nvidia y Broadcom, también retrocedieron.
Hablando de Nvidia, su CEO Jensen Huang acaparó la atención tras reunirse con el presidente Donald Trump. Ambos discutieron las restricciones a la exportación de chips, en un momento donde los legisladores consideran propuestas para limitar el envío de tecnología avanzada de IA a naciones como China.
Sin embargo, hubo ganadores destacados. Las acciones de Marvell Technology treparon casi un 8% tras presentar un panorama de ventas optimista y anunciar la compra de Celestial AI. En el sector minorista, American Eagle Outfitters se disparó un 15%, celebrando un arranque robusto de la temporada de compras navideñas.
Criptomonedas y cambios en Silicon Valley
Fuera de la renta variable tradicional, el Bitcoin buscó sacudirse la mala racha de las últimas semanas. La criptomoneda líder logró un rebote significativo, tocando un máximo de dos semanas por encima de los 93,000 dólares el miércoles, recuperándose tras haber caído por debajo de los 83,000 dólares recientemente.
Finalmente, una noticia sacudió los pasillos de Cupertino: Alan Dye, jefe de diseño de interfaz de usuario de Apple, dejará la compañía para unirse a las filas de Meta. Tim Cook confirmó la salida y anunció que el veterano Stephen Lemay tomará la estafeta. Dye fue el responsable del rediseño “Liquid Glass” para iPhone y Mac, el cual debutó en septiembre con reseñas mixtas.
Aunque el mercado disfruta este “subidón de azúcar” provocado por la esperanza de tasas bajas, voces expertas piden cautela. Dan Niles, fundador de Niles Investment Management, advierte que por ahora “el efectivo es el rey”, sugiriendo que lo que hoy parece un catalizador positivo podría enmascarar una debilidad económica más profunda si la pérdida de empleos se convierte en tendencia.